La industria del automóvil está experimentando un cambio radical, impulsado por los avances tecnológicos y una normativa medioambiental cada vez más estricta. Con el auge de los vehículos eléctricos y la inminente prohibición de la venta de motores de combustión interna a partir de 2035, nos encontramos en un punto de inflexión decisivo.
En este contexto, nos preguntamos por el futuro de nuestros productos, especialmente los que se utilizan exclusivamente en vehículos con motor de combustión. Si conoce nuestras gamas, habrá adivinado que nuestros productos de encendido están en la línea de fuego.
Y sin embargo… si nos atenemos a uno de los últimos estudios realizados por la FIEV (diciembre de 2023), en 2030 habrá más vehículos de gasolina que en la actualidad. Esto se explica por la drástica caída de las ventas de vehículos diésel (que sólo representarán el 3% de las ventas de vehículos nuevos en 2030), pero también por la incertidumbre de los consumidores que ya no saben por dónde tirar. Así, mientras unos preferirán renovar su vehículo (de gasolina, híbrido o eléctrico), otros optarán por mantener su vehículo actual para prolongar su vida útil.
En definitiva, esta revolución en la industria del automóvil tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Dado que se prevé que el número de vehículos de gasolina aumente en unos 5 millones de aquí a 2030, es esencial que nuestros equipos sigan lanzando nuevas referencias de bobinas de encendido. Todo con el mismo objetivo: responder lo mejor posible a la demanda del mercado.