Como el sensor de presión de sobrealimentación tiene un papel clave en la inyección de su vehículo, un sensor de presión absoluta defectuoso puede alterarla. Un problema del sensor de presión absoluta se reconoce con la aparición de síntomas como un consumo excesivo de combustible y una pérdida de potencia del motor, así como fallos de encendido. Asimismo, se pueden presentar problemas en el arranque y el indicador del motor puede encenderse en el cuadro de mandos. Por último, un sensor de presión absoluta defectuoso puede causar un error en el test de control de la admisión al pasar la inspección técnica.
No obstante, estos síntomas también pueden indicar un problema en otra parte del circuito de inyección. Solamente un diagnóstico le permitirá asegurarse de que el sensor de presión absoluta está defectuoso.